Ya no soy la misma de ayer
- Dania Decle
- 30 dic 2015
- 6 Min. de lectura
Cómo es que en 12 meses pueden pasar un montón de cosas que no te imaginas pero al mismo tiempo te sorprenden porque no las esperabas, experiencias que te van cambiando totalmente y una que otra te va marcando de por vida.
Es increíble poder voltear y mirar hacía atrás, darte cuenta de tantas cosas que han ocurrido e incluso, recordar algunas que habías olvidado. Para ser sincera ahora que me encuentro escribiendo esto frente a la pantalla preparando las palabras correctas puedo decir que esperaba mucho de este año que se termina. Siempre esperas lo mejor, que tu vida gire de una manera inesperada y que todo sea como lo habías soñado, pero a veces las cosas no ocurren como quisiéramos y debemos dejar que fluyan, que tomen forma y que nos convenzan de que era lo mejor que tenía que pasar.
Siempre me he considerado una persona que planea todo, tengo esa curiosidad de anotar cada plan por mínimo que sea y buscar las maneras para realizarlos, siento que al anotarlo tengo cierto control y la seguridad de saber cómo actuar, pero en definitiva este año me enseñó a que debo de disfrutar cada día, dejar de preocuparme por el que vendrá para ocuparme de mi hoy.

A veces uno planea tanto las cosas que cuando no suceden cómo quisiéramos nos desesperamos y todo lo vemos de forma negativa, creemos que la vida es injusta y que siempre nos tiene que pasar algo que lo arruine todo y la verdad es que no es así, te has puesto a pensar que las cosas pasan por alguna razón que tal vez no llegamos a entender en ese momento, pero con el tiempo vas aprendiendo que ese algo tenía que ser así porque fue lo mejor para ti. Yo no lo entendía y hubo días que lloraba por no comprender por qué me pasaban tantas cosas pero la vida así como el tiempo te van dando las respuestas correctas a todo, te van guiando por tu camino y te dan las mejores lecciones que pudieras desear.
Hoy les voy a contar que cuando entré a la carrera poco a poco mis planes fueron cambiando de una manera total, la idea era que en 8 semestres tenía que acabar la universidad, pero eso no fue así y tuve que hacer un semestre más para terminar y llegar a la meta, mis planes de ir a vivir a París se vieron afectados por lo mismo pero después de analizar, berrear y no querer comprender las cosas, llega un punto en donde lo único que te queda es salir adelante por tu cuenta y luchar por el ahora, al fin y al cabo el tiempo es sabio y cada cosa, viaje o persona va llegando a tu vida cuando tiene que llegar, no cuando quieres que llegue así que fue justo en ese momento en donde aprendí que no puedes planear todo, porque cuando menos lo esperas algo te cambia el rumbo y puedes sentirte perdido aunque en realidad no lo estés.
Por así decirlo tuve que perderme varias veces para encontrar todo lo que me gusta, lo que me apasiona y reiterar mi amor por la conducción y hasta saber qué cosas me quitan la sonrisa, no todo fue malo debo decir, en este camino he conocido a demasiadas personas, más de las que me iba a imaginar, y de verdad no me cansaré nunca de darles las GRACIAS a esas personas que han seguido caminando a mi lado, creyendo en mi, en mis sueños y en lo que está por llegar, pero también quiero dar gracias a esas personas que el destino me ha ido presentando a lo largo de estos 12 meses, algunas se han ido y otras se han quedado, pero sin duda cada una dejó su pequeño granito de arena, una sonrisa, lágrima, experiencia, aprendizaje, algo que ya forma parte de mi y no hay palabras para agradecerles todo lo que me han enseñado, simplemente soy mejor persona por ustedes.


En cuanto a esas personas que me han ido dejando en el camino o yo decidí dejar, no es por otra razón sino que hay veces que ciertas personas no aportan cosas buenas a tu vida, son una carga extra en el equipaje y la mayoría de las veces es mejor dejarlas ir, no aferrarnos y seguir con nuestra vida, no estoy diciendo que sea cosa fácil o que no duela, al contrario creo que dejar ir o soltar a una persona es de las cosas más difíciles y complicadas que hay, nos hemos acostumbrado tanto a su presencia que nos da miedo lo que viene después, pero siempre será mejor llevar aquello que quepa en nuestro bolsillo y corazón porque es lo más sincero y lo que llena más.
El tiempo una vez más hará de las suyas y te mostrará a esas personas que tenían que quedarse para siempre, a esos amigos sinceros que te quieren y apoyan, que te ayudan a crecer, a ver el mundo desde otra perspectiva y que harán que aceptes tus errores y los cambies para ser mejor que ayer.
Creo que después de todo eso, el camino se volvió un sube y baja de emociones, así como llegaron amigos nuevos, los corazones rotos se hicieron presente, no diré nombres porque el pasado es eso algo que ya fue y no volverá, aunque hay lecciones que nunca se deben olvidar, pero con la que más me quedo es aquella en donde siempre creemos que dar segundas oportunidades no es tan malo, regresar con algún ex novio, salir de nuevo con una persona que te fallo anteriormente o querer cambiar a una persona porque crees que vale la pena y en definitiva caer con la misma piedra no es bueno, nunca lo será.
Todos y sin hacer excepción hemos caído en eso alguna vez, pero creo que deberías preguntarte si realmente vale la pena, pienso que si la primera vez las cosas no funcionaron no tendrían porqué ser mejores en una segunda ocasión, al contrario es mucho peor, así que dale la vuelta a la página porque las segundas partes jamás fueron buenas. Hay muchas personas que mueren porque les des una primera oportunidad y te aseguro que la valorarán muchísimo.

Definitivamente fueron tantos capítulos a lo largo del año que no podría elegir entre alguno para que fuese mi favorito, pero hay uno en especial que se llama “La Chica del Pórtico 13” el cual no podría definir con palabras, simplemente es de esos sueños que poco a poco fui cumpliendo, lo abracé con todas mis fuerzas y lo vi crecer; sé que aún falta mucho porque sea uno de los mejores blogs que hay en el país, pero me ha dado tanto en tan poco que no me queda más que decir que SIEMPRE a pesar de todo lo que la gente diga y piense hay que luchar por eso que nos llena el corazón, que nos da tantas ilusiones y que simplemente nos hace felices.
Es de los proyectos que más me ha dejado en la vida, descubrir que sabía escribir y lo mejor saber que me encantaba hacerlo fueron de los descubrimientos más importantes de mi año, igual y era cosa de arriesgarme y ver qué pasaba, pero en los últimos meses ha crecido como una pequeña flor y ha dado frutos. Sinceramente sigo sin creer que algo que ves tan lejano o imposible se vuelva tu forma de vida, quién diría que me verían preparando outfits de invierno, recomendando restaurantes de la ciudad o simplemente atreverme y abrir mi corazón para que desconocidos que hoy ya son mis amigos conocieran más de mi.
Es un logro que disfruto compartir con todos los que me siguen y me apoyan o que se toman el tiempo de leerme porque hoy en día es complicado por toda la información que se maneja y sobre todo por el poco tiempo que la gente tiene, por eso y más el éxito es compartido.

Hoy les puedo decir que a ciencia cierta no sé cuáles son los proyectos que están por llegar, pero estoy bien segura que voy a luchar por eso que me encanta, que procuraré sacarle lo positivo a cada experiencia y que disfrutaré cada momento que la vida tenga guardado para mi. Sé que la vida no es de color rosa y que las cosas no serán fáciles pero vale la pena sonreír y levantarse de cada caída si es que las hay.
En definitiva, ya no soy la misma de ayer y no esta nada mal porque este año me ayudo a crecer, a creer en mi, ilusionarme, querer y confiar, viajar, disfrutar lo que tengo, reír y llorar, gritar, decir todo lo que me enoja, a no quedarme callada, valorar a mi familia y amigos, equivocarme y recapacitar, despertar para ver el mundo de una manera distinta, y aunque no es la mejor me dan esas ganas de cambiar lo malo que existe.
Definitivamente 2015 fuiste mucho más de lo que esperaba, GRACIAS por tanta magia!

Comments